En 2012, los Crispis vendieron todo lo que tenían y se trasladaron a Malawi. Phyllis enseñaba a las mujeres y George a los niños y, más tarde, también a los hombres. Llevaron el evangelio a través de la proyección de la Película de Jesús, y enseñaron de pueblo en pueblo. El trabajo a tiempo completo de los Crispis se extendió de dos aldeas a cinco, luego a siete, y finalmente a las treinta y una en las que ellos, y aquellos a los que han estado discipulando, trabajan ahora. Han construido siete edificios para la iglesia, seis de los cuales albergan también nuestros seis centros preescolares y jardines de infancia cristianos. La matrícula actual de estas escuelas supera los 450 niños de cuatro y cinco años. Muchos de los alumnos proceden de familias musulmanas, y han recibido testimonios de niños que llevan a sus padres al Señor. La zona en la que trabajan, de unos cincuenta kilómetros cuadrados, es bastante remota, carece de cualquier servicio gubernamental y está extremadamente empobrecida. Con el tiempo, se han convertido en el único recurso de desarrollo comunitario que los pueblos han conocido. Desde el comienzo de su trabajo en Malawi, han restaurado unos setenta pozos rotos y, desde 2016, han perforado dieciséis nuevos. También han construido puentes vehiculares y peatonales, que permiten a los niños asistir a la escuela, a las mujeres llegar al mercado, al molino de maíz y a la clínica durante todo el año, incluso durante las fuertes lluvias, cuando muchos ríos se desbordan. Se han construido diez puentes, y hay más en proyecto. Desde principios de 2019, los Crispis han estado dirigiendo el primer año de un programa de certificación de dos años a través de la Universidad Global de las Asambleas de Dios. Los doce estudiantes de la escuela bíblica son todos aldeanos y también nuestros pastores de aldea y evangelistas de la zona.

Bruce & Becky McDonald

Bruce y Becky McDonald se han dedicado a difundir el evangelio de Jesucristo y a formar pastores en las zonas más remotas y difíciles del mundo. Esto incluye los desiertos del norte de África, las selvas del Congo, Ruanda y Burundi, las antiguas tribus de Etiopía, las naciones en lucha de la antigua Unión Soviética y las ciudades emergentes de la India. Desde que se trasladaron al terreno en 1990 y establecieron Regions Beyond International, Bruce y Becky han ministrado en cuatro continentes, llegando a millones de almas perdidas.